viernes, 5 de noviembre de 2010

Profezorra

-Buen día, ¿cómo est…

- ¿¡Cómo querés que esté! ¡Si tengo una manga de incompetentes de alumnos!? ¡Y es que después nos quejamos de cómo está la educación! Pero estos pibes vienen sin estudiar, sin hacer los deberes, sin nada. ¿Y los padres? ¿Dónde están? Ni se preocupan. Te lo largan en la escuela y ¡ahí tenés! ¡hacete cargo vos!... ¡Pero cuando al nene no lo aprobás, se acuerdan de que tienen un hijo que va a la escuela!

-Bueno, calmase un po..

- ¿¡Cómo querés que me calme!? Si es así. A una la toman para la chacota. Y es que no entiendo ¡cómo pueden estar en segundo año, caramba! Incompetentes y mediocres: así los podés clasificar en este curso. Miralo a Zapata. Ese pibe, con esa cara… ¡Dios nos libre!, ¡pero ese chico va a terminar preso en cualquier momento!

-¿Por qué lo dice, se enteró de algo?

-No, pero ¿le viste la cara? ¡Es un delincuente en potencia! ¡Qué horror! También, el barrio en el que vive… Por más que te esfuerces y le expliques, es una pérdida de tiempo. ¡Y es que no escuchan ni te dejan hablar!... Y Zapata no va a aprender nunca con esa cara. Y la borreguita esta… ¿Cómo se llama?... ¡Azcurra! Esa, el año que viene, se nos viene preñada, acordate de lo que te digo. ¡Otra que no vale la pena! Yo, sus prácticos, los leo hasta la mitad porque ni escribir sabe, la burra esa. Pero mandala a provocar pibes… ¡Eso sí sabe!

-¡Ay, Señora Mirtha! ¿Le parece?...

- Sí, sí, sí, sí, estoy segura. ¿No viste cómo la miran? Encima, los pibes son todos unos degenerados. Si todo el día están mirando tele o en internet. Y sólo ven culos y pornografía. Y la otra que se le viene con el guardapolvo arriba de la cintura, ¿para qué? ¡Me querés decir vos! Para calentarlos, nomás, ¿¡para qué otra cosa va a ser!?

-Usted exager…

- ¡Exagero! ¡Exagero! ¿Sabés cuántos alumnos tengo en ese curso? ¡Veintisiete! ¿Sabés cuántos aprobaron? ¡Tres! ¡Tres de veintisiete! ¡Y exagero, me decís! No, si es como digo yo: viene de familia. Porque los que aprobaron fueron, el hijo de Dr. Fernández, la nena de Aguirrez, el abogado y la chiquita de García, el del banco. Los demás… ¡Qué se puede esperar!... Lástima lo de este chiquito, Fernández, pobre.

-¿Por qué pobre?...

- ¡Y porque sí, Claudia! ¿No te diste cuenta que le salió… rarito? Es inteligente, eso no lo vamos a negar… Y es que además se le nota, porque si vos me decís que lo es y se puede disimular… bueno, es otra cosa. ¡Pero a este pibe se le nota a la legua! Y los pendejos de ahora lo ven como algo normal, algo natural. ¡Mirá al punto que hemos llegado! ¿¡Te das cuenta!? Antes, en mi época, en mi escuela, ni las mujeres les hablábamos así se daban cuenta ¡solitos! que no estaban bien siendo así. ¡Y funcionaba, eh! Viste el taxista este… ¿Cómo se llamaba?... El de La San Jorge… Sosa o Suazo… no importa. Bueno, ese iba conmigo a la escuela y de chiquito era medio rarito, así, como el hijo de Fernández. Una vez se corrió el rumor de que hacía cosas con el cura de la parroquia, porque yo iba a una escuela privada, ¿viste? Pero bueno, la cuestión es que se decía eso. Yo no lo creo y nunca lo creí, pobre del cura Gregorio, que era tan bueno… ¡decir una cosa así de él!… Nosotros, cuando nos enteramos, lo dejamos de lado al pibe este, por rarito y mentiroso. Y nadie le dirigía la palabra, eh. Hasta que, unos meses después, se apareció con novia y se normalizó. Se casó y todo, ¿eh? Porque a una persona, sea lo que sea, lo peor que le podés hacer es quitarle la palabra, el saludo… Y ahí nomás se enderezan. Bueno, ahora se separó y dejó a la mujer con tres hijos… Viste que ella era una cualquiera también, y él se cansó… Aunque también se corrió el rumor de que a él lo vieron con un amigo medio raro, pero yo no lo creo. En este pueblo inventan muchas pavadas, porque la gente se aburre, parece. Pero bueno, ahora ¡qué querés con estos degenerados! ¡Si hasta invadieron la televisión, se pueden casar y todo! ¡Y quieren adoptar! ¿¡Vos podés creer!? Y los pibes, claro, ven eso, se crían con eso y lo imitan. Y los demás chicos, los que son normales, ya lo ven como algo natural, porque ya se les hizo cotidiano. Yo pienso, ¿no?: ¿y los padres? Me querés decir ¿dónde están los padres?

-Bueno, Señora Mirtha, las cosas cambi…

-¡Pero los valores no! ¡Y la palabra de Dios, menos! ¿Te parece normal que dos hombres, dos mujeres se amen? ¡A mi no! Y la educación es otro descontrol. ¿Sabés lo que pasa? Que se creen más vivos que una. Porque ellos viene a la escuela a provocarnos, a desafiarnos… ¡a jodernos la vida! Quieren demostrar que tiene más poder que una. Pero conmigo se joden, porque saben que no los voy a aprobar así nomás. En mi época jamás te avisaban que te iban a tomar una lección porque una estudiaba todos los días. Ahora, por más que les avises con un mes de anticipación, no te aprueban porque no estudian. Así de simple: son burros, vagos y degenerados. Pero claro, ellos se creen que te hacen una sentada o te toman la escuela, las universidades y así solucionan todo. ¿No viste a la nena esta que salió en televisión, que habían tomado la universidad de Buenos Aires?

- No. ¿En qué can…

- No sé en qué canal, eso no importa. El periodista este, tan gauchito… ¿cómo se llama?... ¿Filman… Fresco…? Algo así, no importa. Lo importante es que él la entrevistó a la borreguita esta, que era la presidenta del Centro de Estudiante (otro lugar donde se juntan degenerados), y le preguntó si había aprobado todas las materias, si estaba en el año que le correspondía y esas cosas. ¿Y adivaná qué? La mocosa era repitente, se llevaba materias y era otra burra más. Y así, todos. Todos una manga de burros que te toman la escuela para reclamar ¿qué?, que se les cae encima. Porque ni siquiera reclaman por mejor educación ni por que se les exija más. No. Reclaman por algo que ellos mismos se encargaron de romper. ¡Y andá a saber hasta cuándo le van a seguir dando manija con ese tema!

- Bueno, pero algo de razón tien…

-¡Ni se te ocurra decirlo! ¿Le vas a dar la razón a los borregos estos? ¿No ves la realidad vos? ¿¡En qué mundo vivís, Claudia!? ¡Informate un poco, querés!... ¡Lo único que me faltaba! Que una colega se ponga de su lado… ¡No, si a mí la vida jamás me va a dejar de sorprender!

-Pero podemos tener pensamientos distin…

- ¡Por supuesto que podemos pensar distinto! Pero vos a mí no me vas a negar la realidad, querida. ¿O me vas a negar que Zapata tiene cara de delincuente? ¿Me vas a negar que la chiquita de Azcurra no es un poco atorrantita, como la madre, que ya todo el pueblo sabe que le mete los cuernos al marido con su compadre? ¿Eh?... Y el pibe este, Fernández, que ¡decí que por lo menos salió educadito!, pero no podés negar que es puto. Si hasta el profesor de gimnasia anda haciendo chistes sobre él y su amiguito, el morochito ese de tercero, que siempre lo espera a la salida y se van juntos… Andá a saber a dónde van y qué hacen. ¡Por favor, Claudia, no seas necia, no niegues lo innegable! Tu problema es que no escuchas, ¡jamás lo hacés! Claro, vos sos mucho más joven que yo, pero, querida, vos estudiaste en una universidad hecha y derecha, yo tuve a tus padres de alumnos y eran muy buenos estudiantes. Ellos te habrán educado bien, supongo… ¡No podés pensar como los demás! Vos no me podés venir a decir que las cosas están bien porque me estás negando una realidad, querida. Y pensar así… No sé, es medio peligroso, ¿viste?

-…

-¿Ves? Te quedás muda, querida, porque sabés que tengo razón. Ustedes, los jóvenes, tendrían que aprender a callarse un poco y escucharnos más a nosotros, los adultos. Porque la vida no se hace solo de estudios ¿eh? No, no, no, no, querida. La vida también son las experiencias vividas, y ustedes ¿qué experiencia de vida pueden tener? Les falta mucho todavía. Ese es el problema de los pibes: quieren quemar etapas en vez de disfrutar de la niñez, de la juventud, que es tan hermosa. No, ustedes quieren tomar el poder, quieren hablar de política ¡como si supieran algo de política! ¡Por favor, no me hagan reír!

- Eso es subestimar a los jóv…

-No. Eso es decirles las cosas tal cual son. Pasa que a ustedes no les gusta mirar la realidad, viven en una nube de pedos, ¡que Dios me libre! Si las cosas se hicieran como ustedes quieren, el mundo ya sería un caos… Pero ustedes, encima son mal agradecidos, porque cuando aparece alguien, como yo, que sólo pretendo corregirlos, advertirles que están equivocados, que las cosas jamás van a poder ser como ustedes lo piensan; se enojan y me atacan. Nos atacan a nosotros que sólo queremos que las cosas estén como siempre estuvieron que tan mal no nos fue, ¡caramba! ¡Mirá a tus padres, querida! Te educaron de la mejor manera posible, y jamás se les ocurrió reclamar nada… Pero bueno, qué te voy a decir a vos, si yo sé que en el fondo pensás como yo y por eso estás acá: para ayudar a los chicos a que terminen sus estudios… por más que muchos de ellos ni siquiera se lo merezcan.

-No, yo no pienso com…

-Hacés bien si no pensás, querida. Hacés muy bien, porque al final… una se mata pensando en cómo ayudarlos y venís acá y te das cuenta de que es una pérdida de tiempo, que ya está, no van a cambiar nunca, está en su naturaleza ser así. Y no es porque una no ponga voluntad, ¿eh?, vos lo sabés mejor que yo. Pero bueno, hay que seguir nomás. Ojalá que algún día recibamos un reconocimiento digno por todo lo que hacemos por la juventud. Aunque ellos no lo crean, estamos trabajando por y para ellos. Te dejo querida, ya es la hora de mi clase. Hoy me vine con todas las energías puestas… Ya van a ver quién soy yo, ¡qué se creen, estos!


4 de noviembre de 2010

4 comentarios:

  1. ahhh bue! que hija de puta esa profezorra!! me dejó con bronca jaja....
    un buen retrato de los tantos q piensan como esta vieja.

    Karina A.

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  2. Vieja chota q bronca loco, conseguiste lo q querias nomas jaja. Buenisimo q mas te puedo decir.


    andres

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  3. Bueno che, al parecer a nadie le cayo muy bien la profezorra, pobre mujer... Gracias por seguir leyendo, gente. Un beso.

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  4. Cuántas "Mirtas" que existen... excelente retrato. Un beso

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