viernes, 11 de mayo de 2012

El encuentro y la ceguera


La calle era oscura y silenciosa. Solo se oían sus pasos. Sus pasos y el viento. Dobló a la izquierda y entró a un pasaje un poco más iluminado, aunque la luz era tenue. La calle era oscura, silenciosa y tétrica, pero a Hernán le era familiar. Era su camino a casa. 
A un costado, la plaza ensombrecía la mitad del asfalto y los árboles se tambaleaban como si bailaran al ritmo de una canción, o como si el viento les susurrara una al oído. Hernán caminaba mirando la luna, pensando en que las nubes pronto la taparían, y ella, parecía sonreír, inocente, desconociendo las intenciones de las nubes. Las nubes, que no permitieron que la luna sea testigo del destino de Hernán, que volvía del trabajo, como todos los días. Cansado, pensando en no querer pensar y dormir por largas horas. Cerrar los ojos y matar la humanidad al cerrarlos. 
Había caminado solo unos pasos cuando notó que su sombra se le adelanta, como queriendo huir de él, como tratando de fugarse. “Es el cambio de luces”, pensó Hernán, para apaciguar el temblor que le causó ver a su sombra tratando de huir para siempre de él. Para espantar el miedo de su mente. En el cielo, las nubes ya habían logrado su cometido. Hernán llegó a la esquina de la plaza. Y dobló.

(Hernán salió de su casa a las siete y media de la mañana para tomarse un colectivo que lo llevara hasta el centro para poderse tomar otra línea diferente así poder llegar a su trabajo como todos los días. Hernán bebió su café con leche con medialunas y una, la última, era del día anterior lo cual lo puso de mal humor por media jornada hasta que se cruzó con Cynthia que llevaba una remera con un sensual escote y le miró las tetas y tuvo una erección que le alegró la otra media jornada. Hernán salió de su trabajo a las once de la noche del veintitrés de agosto del año en que todos nos miramos y nos encontramos el año en que se vino todo abajo y le vimos la cara al descaro y era un rostro asustado un rostro que descubre que lo descubren en el engaño y nos quisimos arrancar los ojos como Hernán se los arrancó ese día en que las nubes taparon a la luna y se convirtieron cómplices del encuentro y la ceguera)
Y dobló. Escuchó pasos que no eran suyos pero le resultaron familiar. Venían del lado del frente. Creyó conocer ese andar, como una madre  puede reconocer los pasos de sus hijos, por las noches, cuando todo está oscuro, cuando la ciudad simula dormir pero se agita como el comienzo de una pesadilla; en los momentos oscuros se obedece al oído porque en la oscuridad, es el oído el que está atento a todo. Es el oído el que reconoce pasos y percibe rostros. 
Los árboles se agitaron más fuertes porque el viento lo exigió. Hernán observó su sombra, y se detuvo bruscamente, aterrado por lo que sus ojos veían. Su sombra continuaba moviéndose, tratando de huir de él. Su sombra temía, estaba aterrada. Los pasos se oían cada vez más cerca, y más cerca, y más cerca. Hernán vio cuando un hombre dobló en la esquina, se acercaba de frente con la cara sonriente y sin dejar de caminar. “Hola” le dijo, sin dejar de sonreír pero sin detenerse. Y se perdió en la esquina. 
Hernán no pudo responder al saludo, su cuerpo y su mente se paralizaron. Ese hombre era él. Ese hombre era Hernán. Cuando a su mente llegó esta información, su imaginación no logró asumir ese encuentro. Hernán se arrancó los ojos y los apretó con sus manos hasta reventarlos. Los ojos explotaron y de ellos salió un líquido ambarino que se mezcló con el rojo de la sangre y se escurrieron entre los dedos. Como un huevo mal hervido que revienta en la mano. Hernán caminó seis pasos más, con los ojos en las manos, hasta que cayó de rodillas con la cabeza mirando el cielo. Como mirando y culpando a la luna. Aunque con las cuencas vacías. 
Así lo encontraron a la vuelta de la esquina de su casa. A la vuelta de la esquina, donde tu espera, te espera. Donde te arrancarás los ojos.


28 de abril de 2011- 11 de mayo de 2012

2 comentarios:

  1. creo que no es la primera vez que recurris a esa imagen del ojo reventado ... que significara? Laura (Aun no se como hacer para no tener que poner mi nobre al final y que aparezca solo. No pienso averiguarlo tampoco)

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  2. ES verdad, no es la primera vez. No sé qué signifique. No pienso averiguarlo tampoco. :) Gracias por comentar.

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