viernes, 22 de julio de 2011

El pecado

-Perdóneme, Padre, he pecado... Hace un mes de mi última confesión... Sí, Padre, todo el tiempo, pero me averguenzo mucho... Pienso en un compañero del colegio, Padre... ¿Tengo que decirle el nombre?.... sí, Padre, perdón. Se llama Roberto... Sí, hace cinco días estuve con él... ¡No, mis padres no lo saben, gracias a Dios!... Perdón, Padre, no fue mi intención nombrarlo... Sí, primero fueron un par de besos pero después... no fue nada grave, solo nos tocamos un poco... Sí, Padre, me gustó mucho... Sí, ya sé que la carne es débil pero ¿qué puedo hacer yo?... Sí, él me dijo que me amaba y creo que yo también lo amo, por eso vengo a verlo a usted, para que me aconseje, Padre... ¡No, por favor,eso no, Padre!... Sí, sé lo que dice La Biblia, pero ¿no hay otra solución, Padre?... No, no cuestiono La Biblia pero no sé si voy a poder... Sí, lo voy a intentar, Padre... Sí, con mis padres me porto muy bien, estoy orgulloso de ellos y ellos dicen estar orgullosos de mí, por eso me asusta que se puedan enterar de esto, Padre. Tiene que ayudarme... Sí, en el colegio voy bien, tengo buenas notas... Bueno, gracias Padre, ¿cuál es mi castigo, Padre?...

Padre nuestro que estás en el cielo...

-Perdóneme, Padre, he pecado... Sí, Padre, hace una semana de mi última confesión... No pude, Padre. Traté de hacer todo lo que usted me dijo, pero no pude... Sí, perdón, Padre, me averguenzo muchoy me arrepiento... Sí, estuve de nuevo con él, Padre... Sí, con Roberto, Padre. Nos volvimos a besar y tuvimos relaciones sexuales, Padre... Perdón... Sí, me gustó mucho, me sentí muy feliz, como nunca me había sentido antes, por eso vuelvo a usted, para arrepentirme y para que me ayude, Padre... Sí, lo sé, Padre, pero ¿qué puedo hacer yo? Pienso en él todo el tiempo y hasta sueño con él... Sí, son sueños pecaminosos, pero no todos... la mayoría sí, pero no todos, Padre...¡Pero él me ama y yo lo amo!, y La Biblia nos habla de amor, ¿no, Padre?... Sí, perdón, Padre... Sí, a veces me toco pensando en él y sé que está mal, pero no lo puedo evitar, Padre... Bueno, Padre, voy a hacer todo lo posible para dejarlo... Sí, me sigo portando bien en mi casa y en el colegio... Sí, en casa y en el colegio también pienso en él, pero es porque lo amo... Bueno, perdón, no lo vuelvo a decir, Padre... No, en casa solamente, pero no siempre, solo de vez en cuando y cuando estoy solo en mi habitación o en el baño... Sí, pensando en él... Bueno, Padre, voy a tratar de dejarlo, se lo prometo... Bueno, ¿cuál es mi castigo, Padre?... Bueno, gracias Padre, prometo que esta vez sí lo voy a dejar.

Padre nuestro que estás en el cielo...

-Estamos reunidos esta tarde, en esta misa especial, para darle la despedida a Germán Turienzo, que ayer por la noche decidió dejarnos. Germán tenía sólo 17 años de edad y tenía toda una vida por delante. Era un hijo y un alumno ejemplar, era muy querido por sus amigos y compañeros, pero a veces el diablo actúa de manera misteriosa y siniestra, y puede lograr que los jóvenes lleguen a cometer actos tan atroces como lo es el suicidio. La Biblia nos habla del suicidio y de la muerte y nos dice....

2 de febrero de 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario