viernes, 4 de noviembre de 2011

Paranoia

Y ahora todos son enemigos. Ahora, cuando más los necesito. Cuando más cerca estoy del fin. Y los veo acercarse, y mueven la boca y me dicen mentiras para sostener la charla un momento más. Y no los conozco. Ya no los conozco. Y no me veo reflejado en nadie. Y es como si no existiera. Y no me ven. Los silencios se hicieron cotidianos. ¿Para qué hablar? ¿Para qué volver a explicar? Si ahora todos son enemigos. Sí, ahora todos callan para no dañar. Y pienso en lo que creo que piensan como si pudiera acertar. Y a veces acierto. Y ahora me miran, como analizándome, como si sospecharan que sospecho de todos ellos. Pero no lo saben. No saben qué es lo que pienso en realidad. No saben sobre la realidad. Y se comportan raros, como si todos actuaran para mantener la apariencia, para sostener la ficción de la vida. Pero ya no me engañan. Y ahora les hago creer que me lo creo todo, que todo es real, incluso lo que siento. Y me miento, en muchas cosas me miento. Y me mienten, en muchas cosas me mienten. Y todos lo sabemos pero nadie lo dice. ¿Por miedo? Sí, por miedo a tirar del telón y desnudar la mentira que es la verdad de la mentira que es la realidad. Y algunos no quieren ver, se niegan a verlo. Y otros lo saben pero no lo creen. Y me rio. De todos me rio. Me rio de mí, de mis pensamientos, de mis acciones, de mis dichos. Pero más me rio de ellos por tomarse tan en serio, porque están convencidos de que esto es vida… Y continúo la vida porque yo también sé mentir. Y me río con mis enemigos, porque ahora todos son enemigos. Ahora, cuando más los necesito. Ahora son enemigos.

29 de octubre - 4 de noviembre,  2011

1 comentario:

  1. muy buena reflexión, me hace acordar a muchos amigos, ahora ex amigos, que en ese momento en que nuestra amistad terminaba finjiamos que estaba todo bien , ambos lo sabíamos pero actuábamos...

    ResponderEliminar