Cosmética del enemigo de Amélie Nothomb es una novela corta, que se lee en un par de
horas. Pero es de esas obras que quedan rondando en la cabeza por mucho tiempo.
Jérôme Angust es un hombre de negocios que escucha por el altavoz del aeropuerto que su
vuelo está retrasado, entonces decide sentarse a leer. ¿Nada peor que esperar en un aeropuerto?
Si, peor es querer leer y no poder hacerlo porque una persona insiste en mantener una conversación. Textor Texel es un holandés que no solo interrumpe la lectura del protagonista, sino que
también se convierte en su peor pesadilla.
Amélie Nothomb toma dos personajes y los abandona en un aeropuerto. A través de los diálogos va
construyendo una historia de miserias humanas maquilladas con la ironía y el humor negro, por
momentos asfixiante, por momentos sublime. Las menos de cien páginas se leen rápido porque el
lector no puede abandonar el diálogo hasta llegar al sorprendente final.
La novela reflexiona sobre lo más oscuro del ser humano, poco a poco se van descubriendo temas
como la violación y el asesinato, pero es ante todo, una novela sobre la culpa y la moral.
Publicada en 2001, Cosmética del enemigo se convirtió rápidamente en un fenómeno de ventas
en Francia acompañada de la crítica: «cada frase tiene la fuerza de un aforismo», dijo un crítico
francés.
Amélie Nothomb nos muestra que las peores pesadillas se pueden revelar en cualquier momento
y en cualquier sitio, en la plaza, en la universidad o en el aeropuerto, y nos hace desconfiar de aquellos desconocidos que interrumpen las lecturas y se instalan a hablar.
«-Bueno. ¿Qué quiere usted?
-Nada. Hablar.
-Odio a la gente que desea hablar»
(Amélie Nothomb nació en Kobe, Japón, en 1967 aunque pertenece a una familia belga. Es una de
las autoras en lengua francesa con más popularidad y con mayor proyección internacional.
Anagrama también ha publicado otros títulos como Biografía del hambre, Diario de Golondrina y Antichrista)
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