viernes, 19 de agosto de 2011

La Pregunta

La pregunta fue clara y directa:“Papá, ¿qué es coger?” El padre se atragantó con el café y la madre se quemó con la tostada. Julito los miraba, con esos ojos grandes y el pelo revuelto, metido en un guardapolvo con los puños gastados y sucios. Dio un sorbo sonoro a su leche y agregó: “Porque la seño me dijo que te lo tenía que preguntar a vos" Los padres se miraron, nerviosos y culpables, como si el hijo los hubiera encontrado en pleno acto sexual. “¿Y dónde aprendiste esa palabra, vos?”, dijo la madre, untando la tostada con manteca y quebrándola por la mitad de los mismos nervios. “En la escuela, en la calle, en la tele… en todos lados hablan de coger. ¿Ustedes nunca escucharon nada?”- dijo Julito, detrás de la taza que tapaba su pequeño rostro. “¿Se lo preguntaste a tu seño?... ¿Y qué te dijo?”- preguntó, intrigado, el padre. La madre se acomodó en la silla, miró al marido y le dijo: “Dejá de preguntar pavadas, vos, y respondele a tu hijo”, quitándose toda responsabilidad de encima y dispuesta a observar esa charla de hombres. El padre de Julito también se acomodó sobre su silla, y Julito, imitándolo, hizo lo propio en su lugar. “Bueno…”- dijo el padre, y fue el principio de una explicación que Julito no iba a poder olvidar nunca. “… es cuando… Viste que yo duermo con tu mamá, en la misma cama… Y eso es porque nos amamos y porque ella me quiere y yo la quiero a ella y esas cosas… cuando seas grande vas a querer a una chica así, como yo quiero a tu mamá… Aunque si no la querés tanto…”, la madre de Julito lo pateó por debajo de la mesa y el padre dio un respingo, ”Pero no. La tenés que querer y amar mucho y querer pasar toda la vida con ella y con nadie más que ella… porque mujeres hay mucha, pero vas a encontrar una con la que vas a sentir cosas especiales… y bueno… y eso…” El padre no sabía cómo seguir. Miraba a su mujer en busca de ayuda, pero como respuesta, ésta se levantó y se puso a desordenar cosas para volver a ordenarlas a los minutos. “Entonces ¿coger es querer?”- preguntó inocentemente sabio, Julito. La madre dio un taconazo con el pie derecho. “No, no, no… Bah, más o menos en realidad”- dijo el padre. “¿¡Cómo más o menos!?”-preguntó, casi histérica, la madre. “Bueno, Gabi… me estoy esforzando, ¿no?”, “Sí, pero tampoco le digas pavadas” “Bueno… ¡explicale vos, entonces, explicale vos, a ver si es tan fácil!””¡Bueno, no me grites!” “No te grito, pero explicale vos qué es coger sin caer en la pelotudez de“– y el padre de Julito se puso de pie e impostando la voz y volviéndola aflautada, contrayendo los hombros y torciendo la boca y abriendo los ojos, dejando la cara en una mueca ridícula, una cara que persiguió a Julito hasta en los sueños, dijo: “las nenas tienen chochitos y los nenes pitito, y cuando son grandes y se dan besitos, él planta una semillita en el chochito de ella…” Y volviendo a componer su rostro, agregó: “y todas esas mierdas, cuando vos y yo sabemos lo que es coger… Porque el pibe no se va a olvidar de la explicación y cuando sea grande y sepa lo que es coger, nos va a juzgar por cómo se lo explicamos… ¡y yo no quiero que piense que su padre es un boludo!, ¿¡entendés, Gabi!? ¿¡Podés entender eso si quiera!?...” Gabi lo miraba con los ojos desorbitados y la boca entreabierta. Mirando a Julito que los miraba pálido y con los ojos llorosos, Gabi frunció los labios, tomó aire por la nariz y lo largó. Volviendo a mirar a su marido, dijo: “Tampoco exageremos, Roberto, ¡tampoco exageremos! Ahora estás quedando como un boludo, ¿no te das cuenta?... Este pibe con ocho año viene a preguntarnos ¿qué es coger?... ¡Mocoso atrevido! Dejá que yo lo arreglo” Y arremangándose, se acercó a Julito, lo tomó de un brazo y lo acostó boca abajo sobre sus piernas. Por cada palabras que dijo le dio un chirlo en el culo: “Yo (chirlo) te (chirlo) voy (chirlo) a (chirlo) dar (chirlo) a (chirlo) vos (chirlo) qué (chirlo) es (chirlo) coger (chirlo)…” Rojo le quedó el culito a Julito. Y así se fue a la escuela: caminando con el culito colorado, sin terminar de entender el porqué del enojo de sus padres pero llegando a la conclusión de que: coger tiene algo que ver con querer, con chochitos y pititos, con algo de una semilla, pero también con el enojo y con gritos y con chirlos. Muchos chirlos en la cola. ¿Quién sabe si Julito no tiene razón?...


17 de junio – 19 de agosto de 2011

1 comentario:

  1. jajajja es excelente, le saca una risa, no solo una sonrisa a cualquiera! Gracias =D

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