viernes, 8 de octubre de 2010

¿Sonrió o rió?

  -Bueno, eztá bien. Zí voz creez que todaz zomoz igualez no te lo voy a dizcutir- dijo, la pobre, que encima de zezezear, le habían puesto de nombre Cecilia. Imagine usted lo que era esto para ella.

  Pero a Cecilia, esto le importaba muy poco. A los 17 años iba por la vida como una mujer a la cual ya no le sorprendía nada. Sí, una lástima porque aún le faltaba mucho por aprender, pero al ser objeto de burlas de todos sus compañeros, tanto en la primaria como en la secundaria, Cecilia tuvo que enfrentar la vida así, a los golpes limpios. Literalmente.

  Pobre de la rubia Daniela, que casi quedo pelada a los nueve años. Se la cruzó en el baño del colegio y la pobre Daniela, recién llegada, nuevecita nuevecita, la saludo muy cordialmente y le preguntó, como es natural: "¿Cómo te llamás?-, pregunta que odiaba Cecilia. ¿Por qué?: porque no podía evitar decir su nombre completo como respuesta. Y, ¡HORROR! Zetas y más zetas salían de su boca.

  ¡Claro!, si la pobre desgraciada de Daniela fuese adivina, se evitaba la mechoneada, la nariz sangrando y el ojo a la miseria. ¡Pero NO!, no era adivina. Y preguntó, nomás. Preguntó muy inocentemente: "¿Cómo te llamás? Y Cecilia respondió, sin pestanear, esperando el mínimo gesto de burla: "Zezilia Zuzana Zapata". Y Daniela sonrió.

  Aclaremos: sonrió, no se rió. Pero qué le van a venir a explicar la diferencia a la pobre Cecilia, para ella era lo mismo. Reír y sonreír eran sinónimos de burlas. Y andá a discutirle, a ver si te le animás. Porque mete miedo, la pobre, que de agraciada muy poco y enojada peor aún.

  En fin: que la pobre Daniela sonrió y el manotazo que recibió en la cara le hizo ver estrellas. De la sorpresa y el miedo no pudo emitir sonido. Y Cecilia pensó: "Zi ze queda muda ez porque la dezcubrí. Dezcubrí que ze quería burlar de mí"

  ¡Para qué! Sele tiró encima y le dio sus buenos palmazos a mano abierta, le agarró su rubia cabellera y la desmechó. Daniela ni mú, horrorisada. Mal comienzo para la rubia.

Cecilia terminó de darle su merecido: "¡Qué ze cree ezta, ¿que me va a zonreír dezpuéz que le dije mi nombre?" Y se dirigió solita a la Dirección. Ya ni golpeaba la puerta, entraba directamente, como pancho por su casa. ¡Imagine usted!

  -¡Zí, otra vez!- desafiaba, Cecilia. Y no había con qué darle, porque ya habían probado con pzicólogos y pziquiatras, pero no, no le encontraban nada como para preocuparse. Y es que en la escuela le iba muy bien: todo diez (sí, con la maldita letra al final).

  Y así fue la infancia-adolescencia de Cecilia: a los golpes. Pero se hizo respetar, ¡caramba! ¡Y ahora, Sebastián se le quería hacer el vivo! El muy infeliz no sabe con quién se está metiendo.

  - ¡Rezpondé, Zebaztián! ¿Creez que todaz zomoz iguales?- preguntó Cecilia, levantando un poco la voz.

  - Y... más o menos, ¿vistes?- Respondió, Sebastián, que era de pocas palabras porque, convengamos que tampoco tenía mucho que decir, el pobre.

  - Ah, zí? ¿O zea que yo zoy igual a todaz? ¿eh?- ya un poco colorada, la pobre Cecilia.

  - Y... más o menos, ¿vistes?

  - ¿Y voz, ¡qué te creez!?, que zoz ezpecial?- roja, la pobre!

-¿Eh? ¡Rezpondé!

  - Y... más o menos, ¿vistes? Los honbres somos distintos, ¿vistes?

  - Ah, zí? ¿Por qué zon diztintoz, a ver?... ¡Rezpondé!

  - Y... porque sí... qué sé yo... cosa de la vida, que lo quizo así... andá a saber.

  - Ah, zí? Bueno, buzcate un hombre, entonzez, porque a mí no me vez máz, me oíz? ¿EH!?... ¡¡REZPONDÉ!!- hervía, la pobre.

Sebastián, mudo.

  - Zabéz que máz? Te equivocáz en lo que dezíz, porque yo no zoy igual a laz demáz. ¡Tomá, ahí tenéz! ¿Zabéz lo que me diferenzia a mí de laz demáz? ¿Eh? ¿Lo zabéz?

  - Y... qué sé yo... ¿Tus zetas?- preguntó y rió.

  ¡¡Error! Trompada en la naríz. Tenía obsesión por las narices, parece.

  -¡No, eztúpido! La diferenzia es que yo zoy inteligente!- tomó aire- Y zí, zezezeo y ¿cuál ez el problema? ¡Me quedo con míz zetaz toda la vida antez que... que... que zer un bruto como voz, que eztáz limitado para hablar- Y le dió otra trompada porque le gustaban los números pares, nomás.

  Creo que Sebastián lloró, pero no estoy seguro del todo.

  Así es con Cecilia y su primer fracaso en el amor. Pero no iba a ser el último, recién arrancaba. Y como siempre, a los golpes que así una se hace fuerte, ¡qué tanto!

  - Y zí. Me quedo con miz zetaz, ¡qué tanto joder!- pensó, y sonrió, o rió. ¿Quién sabe? Ella esto no lo diferenciaba.

11 comentarios:

  1. Me encantó! Tiene tu estilo de narración! No había leído nada tuyo, pero quiero decir que es igual a las narraciones orales que haces. Otro otro, estoy esperando otro! Beso

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  2. jajaja esta muy bueno Vic!!! me gusto mucho siga así señor :)!!!


    Lily :)

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  3. q grande victor! muy bueno el cuento. Es verdad que es como vos hablas ("la pobre" "qué tanto") jaja...
    Kari!

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  4. Buenisimo!!! Me encanto el cuento, me hizo acordar a los primeros cuentos que escribiste y tuve el privilegio de leer =) para cuando el otro??? Besotes hermanito!!!

    Anddy Igor ♥

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  5. Por fin blog de Victor!! me encanto el nombre, me encanto el cuento, me encanto todo menos que faltaras a clase el otro dia :)
    Ahora te voy a joder para que te hagas un tuiter jaja

    Muy bueno lo que escribe el mala onda mas buena onda :)

    Beso pibe

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  6. Sí sí coincido con Florcinha, el nombre del blog es lo más! Muy bueno!

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  7. Por pensar solo..es que te hiciste el blog, es que refunfuñas pero finalmente tenés algo lúcido que decir, algo interesante para comentar. Celebro el blog, que pienses solo, que no pidas permiso, que discutas las reglas. Celebro todo. Menos que no vayas a clases. Saludos...Podés subir guiones audiovisuales también..no?

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  8. Muy bueno loco eh, la verdad esperaba algo asiii de vos, re chupamedia pero bueno, a ver cuando subis mas ponete las pilas eh abrazo


    abuelo

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  9. Bueno gente, gracias por los comentarios, de verdad que me alegra que les haya gustado. Me cuesta mucho mostrar lo que escribo, porque la verdad es que nunca estoy seguro de si realmente vale la pena. Mili y Kary, no se si aun tenga un estilo, pero si, puede ser que hable mas o menos asi, sobretodo cuando monologueo. Anddy (ja), es verdad, creo que fuiste a la primera que le mostre mis escritos y con mucha verguenza je, eran malisimos!!! Flor, gracias por lo que decis y el titulo del blog me costo decidirlo, pero es la posta: esto es una consecuencia por pensar solo...sobretodo en las noches de desvelos. Al anonimo que dijo que no iba a clases... Intuyo que es uno de los profes de audio... siempre discuto las reglas y por eso soy "el mala onda" segun varios... por eso y por mi caracter de mierda. Y Andres... No se, que mas te puedo decir que gracias por el aguante de siempre. Sos un gran amigo, loco, y me alegra que lo hayas leido y, encima, te haya gustado. Saludos a todos y gracias por los comentarios.

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  10. que bueno grench,le diste un toque español!!muy lindo tu cuentico!! besitos

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  11. muy bueno che... me gusta =)

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